jueves, 24 de julio de 2014

ENRIQUE MOLINA. EL VIEJO Y EL MAR

 
EL VIEJO Y EL MAR
                                                                          (Homenaje a Hemingway)

El viejo hervía en la ceniza
Piedra sombría calendario
Hervía en polvo y añoranza
Como una lámpara enterrada

Veía a través de las chozas
Al padre inmóvil en la red
Ha olvidado el lugar y el grito
En la noche de ojos de sótano

Aquí está el cuchillo enterrado
Una jarra de viejas risas
Un niño lo mira y solloza
Más lejos un cielo de fiebre

Hervía en aceites remotos
Playas besos luchas adioses
Una ola lo asesinaba
Revivía con la marea

La cama de velas hambrientas
Desaparece con el alba
¡Habían pasado tantas cosas!
La negra fruta de los años

Un gran viento lo devastaba
Un vino cruel lo resucita
Ese gemido de la sangre
Esa tierna ferocidad

Así se aleja de su barba
Deja la costa y su leyenda
Se hunde en el hondo desamparo
De existir con todo su ser

La barca de manos monótonas
Azuzada por la cosecha
Hundida en su espuma terrible
Entre la antorcha de las olas

Ahí crujen los Diez Mandamientos
Queda sólo la sal y el fuego
Un corazón sin tribunal
Sin otra ley que su latido

Las mandíbulas del horizonte
Negras de sangre y de silencio
Por su pecho cruzan gaviotas
Su cabeza flota en el mar

Llegan mujeres que acarician
Interrumpidas como sueños
Contradictorias como estrellas
Con sus bocas inalcanzables

Llegan ebrios que vociferan
Noches falsas días fantasmas
¡Tantos ídolos entre moscas!
La rivalidad de las lluvias

Él arrastra como a un gran pez
El extraño sol del planeta
Un esplendor de sufrimiento
Un agua amarga de cazador

Cava en la veta del océano
En un universo baldío
Único rey de su miseria
Centelleante de soledad

Es el viejo sobre su pira
¡Pero más duro que su suerte!
Más desnudo y solo que el cielo
Más orgulloso que un amante

Porque aquí hay joyas y poderes
Joyas salvajes de las venas
Las promesas del Paraíso
Trocadas en bellas blasfemias

Estamos solos con los astros
Igual que el Viejo con su gloria
¡Nada más que esta gran rapiña
La ciega vida tenebrosa!

Vale la pena esta batalla
Perder sin tregua la cabeza
Conquistar un día baldío
Una llama por recompensa

No hay victoria ni adiós ni olvido
¡Tantos hechizos desolados!
El Viejo llega como un rey
con su esqueleto de pescado
 

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