MI LECHO
Desaparecen sus fronteras
Hay espejismos en las sábanas
Acecha en lo oscuro y jadea:
¡Una gaviota por almohada!
Entonces viven como antaño
Enormes leones entre los muebles
Un crujido eriza la noche:
La vieja memoria del miedo
Hay un largo viaje de ciego
En un carromato desierto
Una casa sola en las dunas
Una región en movimiento
Pero yo busco mi palabra
Interrogo tanta ceniza
Descubro esos cuerpos inmunes
A la sombra que los conmina
Lazos humildes indecisos
De aliento de polvos o espumas
De calor de pelos de hierba
De besos de nido de exilio
Y lugares que se entreabren
Como brazos o encrucijadas
Un olor de puertos y barcos
¡Sólo una ola por almohada!
O seres ausentes que pasan
Y se ven al cerrar los ojos
Perpetuados por el silencio
Tallados en planta nocturna
La mordedura de la tierra
El bello dios sólo de aliento
Una rampa vertiginosa
Una ardiente loba de cielo
Con las tibias playas dormidas
De mujeres que se convierten
En holoturias transparentes
En eternas fosforescencias
Y las parejas de la noche
Con su pasión de labios libres
Hermosas como esas gargantas
Donde brilla la luz del crimen
Lecho de estambres y corrientes
Lecho vampiro lecho manigua
Lecho de adiós y de caverna
¡Una ráfaga por almohada!
Lecho de trenes que susurran
En la terrible lejanía
Lecho cálido como una lágrima
¡Sólo la lluvia por almohada!
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