ANIMALES ÍNTIMOS
Espíritus desalmados en el fondo de
sargazos y desechos de la habitación en esta posada inconclusa.
Antaño otros amantes aquí
partieron el pan de sus gracias con la noche
De estos flacos muebles
Que la memoria de los muertos gusta
acariciar largamente
Sus dobles lascivos en el espejo
carcomido la mitad irreal de sus encuentros frenéticos
A los que invoco para exorcizar con
su imagen que exaltaba la voluntad del fuego este lugar donde sus
corazones latieron
Huésped recién llegado
Aún desconocido para los poderes de
esta guarida mercenaria que de pronto se puebla de animales perezosos
Bestias con ojos de ola y de vía
férrea que se abren de par en par en lo profundo de la sombra
Con duras lenguas de cuchara en un
comedor de otro país amortajado por las moscas
Animales de sopa
Cubiertos por un caparazón gris de
insomnio de grito
De adiós en la lluvia piojos de
ascua y de calendario bestias de caderas viscosas y ambiguas
enemigas de la certeza
Con rostros de hormiguero deshecho
Y un soplete oxhídrico en el sexo
la pavorosa llama azul que empuñan los soldadores de ataúdes
Bestias que esparcen el rumor de un
sordo remate de objetos antiguos y deteriorados erizos enormes con
tocas o tal vez cerdos que aúllan espantosamente
Al penetrarles en la garganta un
largo cuchillo
Después del balance baldío de toda
ausencia las manos cruzadas sobre el pecho
De qué antro de mi ser de qué
deforme ladera
De qué espléndida zarpa nocturna
que deja al descubierto una orilla del caos
De qué música desesperada bajo la
máscara de polvo de los años
Surge esta compañía
Animales que roncan y jadean y
estallan de pronto en la noche
Donde su aliento lúbrico y cálido
Elabora un veneno de cosas usadas un
negro aceite de lo absurdo
Cruel como la impotencia y el
recuerdo
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