EL AIRE LIBRE
El aire libre hecho
de adiós como el olvido
Tejiendo espumas en
el corazón
Hecho de fuego azul
y de imprevisto cuando emerge vestido de terciopelo salvaje sobre los
detritus
Con sus labios en
forma de tormenta
En un lugar desierto
Entre las negras
ramas que cristalizan en el corazón
Deja ver sin embargo
a través de sus grietas
Un caballero en
ruinas comido por las ratas
Y dos piernas de
mujer enmalladas en seda sombría que se alejan sobre las cornisas
hasta perderse en el viento.
Con la
fosforescencia del deseo infinito
Allá lejos donde
las esfinges del mar alzan sus rostros de sal verde
Tatuados por el sol
Abriendo sus
abanicos feroces entre las arenas
Cada noche las
cuerdas de cristal y las poleas furiosas suspendidas del techo
Balanceaban su
péndulo sobre mi cabeza
En una selva
transparente de puertas tornasoladas girando hasta la locura
Por las que entran y
salen figuras de mujeres completamente envueltas en raíces
Entre las radiantes
desdichas talladas en la niebla de cambiar de lugar:
Comidas del páramo
ceremonias terrestres
Relámpagos perdidos
en el confín de un beso
Y el sortilegio de
la desesperación insaciable
Con su bala de plata
Para la caza de los
grandes pájaros que se alzan suavemente de toda caricia
Al paso de la ciega
que rige los adioses humanos a través de las promesas de amor
¡Ay! ella sueña
con voz tan dulce bajo las palmeras
En la ciudad
lacustre -el ruinoso vampiro roncando en su ataúd de viejas aguas-
Rodeado de
prostitutas y espumas en esas callejuelas del viento donde agita sus
aletas pálidas a la luz de la luna con un gemido más hondo que la
melancolía
Pero la costa está
llena de garras azules
O de chozas que
exhalan una canción irresisitible al tocarlas la sombra
En el aire grasiento
Allá lejos
Donde la leche
terrestre solo alimenta criaturas solemnes de largas trenzas tejidas
con las hierbas suspendidas del sueño
Donde ruedan las
profundas corrientes
De fuera del mundo
Se desliza la barca
alada de la noche inflando sus andrajos inmensos entre las serpientes
del cielo
Con sus solemnes
máscaras de cera colgando en las bordas
Y los demonios que
ocultaba el follaje
Iguales a un camino
cualquiera
A una taza de
restaurante incierto
A una gota de lluvia
en un vidrio extranjero
O un poco de ropa
misteriosa caída desde lo alto de una mujer de paso
En su cueva de fuga
o de tormenta
Alza la tapa para
ver
Pillaje y miseria
Pillaje de cosas en
viaje y luces vespertinas
Esta es la factoría
del sueño
Factoría de
ladrones para reposar al sol
Factoría sin agua
para delirar al sol
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